Reducción de la calidad de vida
Interferencia y limitación en las actividades diarias
Alteración del sueño
Coste económico
¿Qué es la alergia?1
La alergia es una hipersensibilidad o respuesta exagerada del sistema inmunitario frente a elementos de nuestro entorno (por ejemplo: pólenes, ácaros o algún alimento) que no suponen ninguna amenaza para nosotros. Este desequilibrio inmunológico está asociado a una serie de reacciones inflamatorias en distintos órganos y mucosas del organismo, las cuales originan los diferentes síntomas y signos de las enfermedades alérgicas. Existen reacciones de hipersensibilidad inmediatas o tardías siendo las inmediatas (mediadas por el anticuerpo IgE) las más comunes.
Dentro de las distintas patologías alérgicas existentes, se habla de dermatitis cuando la inflamación afecta a la piel, conjuntivitis si ocurre en la conjuntiva ocular, rinitis cuando afecta la mucosa nasal o asma si la inflamación afecta a los bronquios.
¿Qué causa la alergia?2
Los agentes que producen enfermedades alérgicas se denominan alérgenos. Estos se pueden definir como sustancias inocuas que inducen reacciones de hipersensibilidad en personas susceptibles.
Producen enfermedades por inhalación y posterior contacto con las vías respiratorias (asma, rinitis) y/o la conjuntiva ocular (conjuntivitis). Los aeroalérgenos más comunes son los pólenes, las esporas de hongos, los ácaros y los animales domésticos.
Producen reacciones inmediatas por su consumo, con la aparición de síntomas digestivos, respiratorios y/o cutáneos. Los más frecuentes en los niños son las proteínas de la leche y del huevo, mientras que en los adultos predominan las frutas y los mariscos. Se considera también de origen alimenticio la alergia a los parásitos que contaminan los alimentos, como es la alergia a la larva del Anisakis simplex del pescado.
Producen reacciones cutáneas al contactar sobre la piel durante un tiempo más o menos prolongado, manifestándose en forma de eccema o dermatitis. Los alérgenos de contacto más comunes son los metales (sobre todo el níquel) y algunos medicamentos de uso tópico.
Son los medicamentos, el látex, el veneno de los himenópteros (abejas y avispas).
Impacto de la Alergia2
Una de las enfermedades con mayor absentismo laboral es la dermatitis de contacto ocupacional con una media de 24 días por paciente, según datos obtenidos en EE. UU. El problema en la mayoría de las EEAA es lo que se ha dado en llamar “presentismo”, que consiste en que al trabajador no se ausenta de su puesto, pero reduce significativamente su rendimiento laboral. En la rinitis alérgica, por ejemplo, este fenómeno adquiere una gran magnitud, ya que, una revisión recientemente publicada estima que el promedio de pérdida de productividad de los pacientes sintomáticos se sitúa ente el 30 y el 40 % de la jornada laboral.
¿Qué tipos de pruebas alérgicas existen y cómo se hacen?3
En la práctica clínica, el diagnóstico etiológico de la alergia se realiza mediante la historia clínica complementada con el estudio alergológico. Para el estudio alergológico se dispone de las pruebas cutáneas, y las determinaciones in vitro de IgE especifica que muestran sensibilización, es decir, la presencia de IgE especifica frente al aeroalérgeno.
Respecto a las pruebas cutáneas, se puede llevar a cabo varios tipos, dependiendo de la enfermedad alérgica que se trate y del tipo de reacción alérgica que se sospeche (inmediata o tardía).
Prick-test
La prueba alérgica más extendida y realizada. Se utiliza para investigar la alergia mediada por la Inmunoglobulina E (IgE), también llamada reacción de hipersensibilidad inmediata.
Para su realización, se dispone una gota del extracto alergénico que queremos probar en la cara anterior del antebrazo, y se hace una ligera punción con una lanceta a través de la gota del extracto y la capa más externa de la piel (epidermis). La respuesta la obtendremos en pocos minutos.
Una variante de esta prueba es el prick-prick: consiste en pinchar con la lanceta la sustancia en estado natural (por ejemplo: una fruta), y a continuación hacer la punción con la misma lanceta en la piel.
Prueba epicutánea
Es la más importante a la hora de investigar ciertas enfermedades alérgicas de la piel, como la dermatitis alérgica de contacto (eccema alérgico), o ciertas reacciones a fármacos.
La sustancia se mezcla habitualmente con vaselina y se pone en contacto con la piel, por medio de unos apósitos especiales o parches polietileno, manteniendo la sustancia en contacto con la piel durante unos días. A las 48h se levantan los parches y se ve si hay reacción. A las 96h, sin haber lavado la zona, se hará una última lectura.
Prueba intradérmica
Prueba de mayor coste y laboriosidad. Para algunos alérgenos (veneno de himenóptero, fármacos o personas con sensibilidad débil) no es suficiente la prueba prick. En estos casos, se recomienda hacer pruebas intradérmicas (son más sensibles).
Consiste en la inyección directa de extracto más profundamente, en la segunda capa de la piel del paciente (dermis), y se procede a la lectura a los 15-20 minutos. También es útil para investigar la hipersensibilidad de tipo tardío, habría que hacer una lectura a las 24,48 y 96 horas.
1. Chivato Pérez T. ¿Qué es la alergia? ¿Qué estudia la Alergología? En: José Manuel Zubeldia, Mª Luisa Baeza, Ignacio Jáuregui, Carlos J. Senent. Libro de las enfermedades alergénicas de la fundación BBVA. 1.ª ed. Bilbao: Editorial Nerea, S.A.; 2012. p. 21-30.
2. SEAIC: Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (citado el 10 de octubre de 2010). Disponible en: https://
www.seaic.org/pacientes/conozca-sus-causas
3. Parra Arrondo A. Las pruebas en la piel. En: José Manuel Zubeldia, Mª Luisa Baeza, Ignacio Jáuregui, Carlos J. Senent. Libro de las enfermedades alergénicas de la fundación BBVA. 2.ª ed. Bilbao: Editorial Nerea, S.A.; 2012. p. 365-370.